Según la superficie de suelo tratada, pueden ser de aplicación uniforme en zonas concretas (total o en bandas) o en aplicaciones dirigidas a rodales de malas hierbas.
Por el tipo de aplicación pueden ser de aplicación foliar, y entre ellos de contacto, que solo afectan las partes de las plantas que tocan o sistémicos, que son absorbidos por las plantas y ejercen su acción en órganos distantes del punto de contacto o de aplicación al suelo (residuales), que actúan sobre las raíces.